Un estudio de los valores cristianos y cómo vivirlos. Es una cosa interesarse por las Escrituras y hablar bien de ellas, pero es algo diferente aplicar literalmente sus mandamientos a nuestro andar diario.
En nuestras iglesias creemos que es nuestro deber ofrecer consejo y apoyo a los miembros que se hallan en dificultades económicas. Se les pide a los diáconos o a otras personas que sirvan de consejeros o fiduciarios. Ayudar a un hermano o a una familia de esta manera es un acto de servicio.
El cuerpo humano y el núcleo familiar son poderosas metáforas para ayudarnos a entender la familia de Dios y el diseño de Dios para la iglesia. Comencemos con la metáfora del cuerpo humano.
Cuando el cristianismo era nuevo, se centraba en Cristo Jesús y su reino, no en la teología. Al principio, los cristianos entendían que la esencia del cristianismo es una relación con Cristo; una relación de amor y fe que resulta en obediencia. Pero luego los teólogos se hicieron cargo de la iglesia