¿Estamos nosotros buscando los puestos de mayor importancia, poder, y reconocimiento? ¿Qué dice Jesús de esas ideas y esos pensamientos tan naturales y comunes? Jesús es nuestro ejemplo perfecto, porque él “no vino para ser servido, sino para servir.”
Dios nos enseña en su Palabra cómo debe funcionar el orden de autoridad en el sector laboral. Sea que esté en posición de empleado o patrono, se necesita del Espíritu de Cristo para que el orden de autoridad funcione tal y como Dios lo planeó.