La creación es el gran efecto del cual Dios es la causa. En su trato con el hombre, vez tras vez Dios hace referencia a su acto de creación para respaldar y autorizar sus palabras. Este Señor nos llama a prestarle oído.
Dios no quiere relaciones quebradas. Estuvo dispuesto a sacrificar lo más precioso que él tenía para restaurar una relación con los hombres. Que colaboremos nosotros en su ministerio de reconciliación.
Dios anhela una relación con cada ser humano. El quiere que vivamos en paz con el. Esto incluye la reconciliación con nuestros hermanos. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 1 Juan 4:20