La quietud del corazón

El siguiente artículo consiste en unas reflexiones de una mujer cristiana sobre el temor que plaga a muchas mujeres, y cómo obtener la paz verdadera en medio de los conflictos y problemas que amenazan.

Muchas mujeres de hoy día viven con temor. Luchan con el temor al futuro, a las condiciones del mundo, y a los cambios que sufren en la vida. Temen por el bienestar de sus hijos, su matrimonio, sus relaciones con otros, su situación económica, y cuántas cosas más.

Es verdad que vivimos en un mundo de muchos problemas. Se oye de conflictos y problemas por todos lados. También vivimos en una era en que la tecnología moderna nos expone instantáneamente a los sucesos del otro lado del mundo. Y para colmar nuestra tendencia al temor, parece que los medios de comunicación se divierten en pintar cuadros de los más grotescos y exagerados de los problemas del mundo para intensificar los temores de la gente.

Jesús también habló de conflictos y problemas en el mundo. Profetizó que habrá muchas guerras y muchos desastres naturales. Dijo que los corazones de los hombres desfallecerán por el temor y la expectación de estas cosas (Lucas 21:26). Les advirtió a sus discípulos que sufrirían persecuciones. Les habló de conflictos entre miembros de la familia y de que muchos abandonarían la fe.

Sin embargo, Jesús les habló a sus discípulos de algo más, cosa que el mundo no conoce y que los medios de comunicación no informan. Dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27). La paz de que habla Jesús aquí es una quietud del corazón, una calma que se experimenta aun en medio de las tempestades y los tiempos más difíciles. El apóstol Pablo dijo: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía [temor], sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7).

¿Cómo podemos recibir esa paz que Jesús ofrece? ¿Cuáles son las condiciones para obtenerla?

Recibimos la paz al aceptar la voluntad de Dios para nuestra vida

Si vivimos en obediencia a Dios podemos confiar en que cualquier situación difícil que atravesamos, es el lugar en que Dios quiere que estemos en ese momento. Puede ser que las circunstancias no sean según nuestro gusto, pero allí nuestra fe experimenta mayor crecimiento, y llegamos a ser más como nuestro Señor. Puede ser que Dios nos llame a sufrir, pero él sabe que el sufrimiento trae limpieza y crecimiento a la vida. Puede ser que nos pida sacrificar por su causa lo que más amamos. Esto nos lleva a confiar más en él. Por lo tanto, no importa a dónde nos llame Dios o qué nos pida hacer, podemos confiar en que él estará a nuestro lado siempre para proveernos de todo lo que necesitamos. Aceptemos este hecho y hallaremos la paz.

Recibimos la paz al confiar en Dios

Vivimos en un mundo donde más y más las personas son auto suficientes. No sienten la necesidad de otras personas en su vida. Lo que es más preocupante todavía es que no sienten su necesidad de Dios. Muchas veces perdemos las bendiciones que Dios tiene reservadas para nosotros porque dependemos de nuestros propios recursos y no confiamos en Dios. Claro que sí, creo que debemos hacer lo posible para mantener a la familia. Sin embargo, creo que también es importante pedir la ayuda de Dios para cumplir con nuestro deber. Nuestros hijos deben aprender por nuestro ejemplo que Dios contesta la oración del justo. Así que, aprendamos a confiar en el plan y propósito que Dios tiene para nosotros.

Recibimos la paz por medio del perdón

¿Estás pasando por un tiempo de dolor, de rechazo, o de una relación rota? ¿Tienes el corazón lleno de amargura y resentimiento? Abre tu corazón a Dios y pídele su limpieza y perdón. Luego, podrás perdonar a la persona que te ha hecho mal, sea que lo haya hecho con intención o sin ella. ¿Tienes la necesidad del perdón de Dios por un error que hayas cometido? Dios te espera con los brazos abiertos para perdonarte. El poder perdonar y el recibir el perdón traen sanidad y paz.

Recibimos la paz al deleitarnos en el Señor

Deléitate en el Señor por medio de la oración, así como la lectura y el estudio de la Palabra. Medita en la bondad de Dios en el transcurso del día. No permitas que la mente te llene de pensamientos negativos. Llena la mente de pensamientos buenos, puros, bondadosos, y alegres. Cultiva una actitud de agradecimiento y de gozo. Mira lo bueno en otros. Es fácil meditar en algún chisme que hayamos oído y echarle más leña al fuego en vez de creer lo mejor de la persona y “enterrar” el chisme. Propón en tu corazón no contaminar la mente con libros, revistas, videos, o material en Internet que no convienen. Hay tantas cosas buenas que ver y leer. Toma el tiempo para deleitarte en lo bueno y así preservar una conciencia limpia. Recuerda que Dios se deleita en ti.

Mi oración por ti es que puedas gozar de la quietud del corazón y la paz en tu vida.

De: La Antorcha de la Verdad

جزئیات
زبان
Español
نویسنده
Mary June Glick
ناشر
Publicadora La Merced
موضوعات

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