Parece que la relación de algunos es como un pleito de gatos, ¿no? Parece una escena salvaje y no de una iglesia de Cristo. Pero también nos revela la realidad de lo difícil que es manejar bien las relaciones aun entre los hermanos de la iglesia. ¿Cómo nos relacionamos de forma correcta y bíblica?
¿Qué es amar a Dios? ¿Podemos amar a Dios sin amar a los demás? El amor verdadero a Dios nos hace obedecer a Dios con gusto. Si decimos amar a Dios y no le obedecemos, la Biblia nos dice que mentimos. Muchas personas dice amar a Dios, pero, ¿qué es amar a Dios en verdad?
Dios no quiere relaciones quebradas. Estuvo dispuesto a sacrificar lo más precioso que él tenía para restaurar una relación con los hombres. Que colaboremos nosotros en su ministerio de reconciliación.
Dios anhela una relación con cada ser humano. El quiere que vivamos en paz con el. Esto incluye la reconciliación con nuestros hermanos. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 1 Juan 4:20
El valor del compromiso entre hermanos
Parece que hay una tendencia hoy día hacia la independencia en las iglesias. Ese espíritu individualista milita en contra de la enseñanza de Dios. Pero algo que ha distinguido a la iglesia peregrina es ese espíritu manso y humilde en cada uno; sumisión a los que Dios ha puesto como autoridad.
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo. Filipenses 2:3