Mientras escribo esto, el mundo se tambalea por el COVID-19, también conocido como coronavirus. Mi esposa y yo nos encontrábamos a 4.000 kilómetros de casa cuando golpeó la crisis. En un mes, ya no era el problema de un país, sino que se había convertido en una amenaza mundial.
El siguiente artículo consiste en unas reflexiones de una mujer cristiana sobre el temor que plaga a muchas mujeres, y cómo obtener la paz verdadera en medio de los conflictos y problemas que amenazan.
¿Ha experimentado la paz que Cristo da? Si no, arrepiéntase hoy y sea lleno de la paz que sobrepasa todo entendimiento. Si la ha experimentado, cuídela con toda diligencia, evitando las cosas que la estorban.
Si no fuera por Dios, nosotros estaríamos completamente perdidos, sin esperanza, y desamparados. “PERO DIOS” es fiel! Al interponerse Dios en la historia de los humanos, nos trajo la esperanza de salvación y su misma presencia y protección.