Al estudiar lo que Jesús enseñó sobre las relaciones en el matrimonio, vemos que la ley de Cristo exige un corazón puro, un corazón fiel y único. La ley de Cristo nos revela que el matrimonio une a la pareja en una sola carne, y que esta unión queda firme mientras ambos vivan.
La regla de Cristo llega más al grano que la ley de no matar del Antiguo Testamento. Moisés dijo: “No matarás”, pero Jesús trata con la raiz del problema del homicidio: el enojo. No trata sólo con el acto físico, sino con lo que hay en el corazón. La ley de Cristo exige que amemos al prójimo.
Los caminos y designios de Dios son un misterio para mí. ¿Por qué se complace él en perdonar mis pecados, convertir la ceniza en gloria, y utilizar cosas de mi historial de errores en la construcción de un hermoso templo para su gloria? Ciertamente, los caminos de Dios son incomprensibles.
Desde el principio de la creación, Dios ha procurado que el ser humano conozca su amor. Sabemos que Dios es amor, porque él nos amó primero. Su amor es lo que motiva al creyente a ministrar y servir y amar a otros.
Había dos hombres, pero no eran iguales. Había dos casas, aparentemente iguales. Leemos de dos tempestades que también parecen muy iguales. Pero los resultados finales de estas dos tempestades eran muy distintos. ¿En qué consistió, pues, la diferencia entre los dos casos?
Dos mundos, dos puntos de vista. A la vez, los dos hombres sirven al mismo amo cruel y sin misericordia. Los dos necesitan de Dios y la sangre de Jesucristo que los puede limpiar de sus pecados. Dios tiene la misma compasión por ambos, y ofrece a los dos la vida eterna.
Todavía no se ha perfeccionado el amor en nosotros a quienes Dios ha amado. Con el amor espresamos la realidad de que somos Sus hijos. Así seremos reconocidos. ¿Porqué nos cuesta amar? ¿Cómo son las relaciones cuando hay amor?
Ama a nuestros enemigos es un mandato de nuestro Señor Jesucristo. ¿Como podemos desarollarnos en esta área con perdón y amar de corazón a nuestros enemigos? Jesus nos enseña, amar en vez de odiar, bendecir en vez de maldecir, y hacerles bien en vez de aborrecerles.
Tenemos que estar en alerta de que no haya infiltración de la actitud de Caín en la iglesia. Somos responsables los unos por los otros. Si otros ven deficiencias en nuestra vida, debemos agradecerles su ayuda espiritual. Si vemos deficiencias en otros, somos responsables de ayudarles a ver su error.
Dentro del plan de Dios, la iglesia y el estado no son dos entidades que se pueden unir para los asuntos de los hombres. Hay entre ellos diferencias claras porque Dios así lo ha querido. Dios estableció al estado con principios civiles, pero fundó a la iglesia sobre principios espirituales.
En las iglesias de hoy día, se habla mucho del discipulado del creyente. En las librerías cristianas se hallan muchos libros sobre el tema. Pero, ¿será posible que en nuestro intento de entender y tratar este tema, hemos perdido el verdadero significado de la enseñanza de Jesús?
El reino de Dios existe independientemente de los reinos de este mundo. No hace ningún pacto con otros reinos. Ese reino no se define por fronteras, ni culturas ni lenguas. Aunque somos de otro reino, el cristiano busca maneras de servir en el reino terrenal como Cristo lo haría.
En este artículo, examinaremos unos principios bíblicos y ejemplos que nos dan una guía clara con respecto al deber del cristiano hacia sus gobernantes.
El culto familiar trata de un tiempo en que se reúne a la familia para un tiempo de adoración a Dios. Se puede leer una porción de las Escrituras; se pueden incluir unas alabanzas, y la oración debe ser una parte integral. Así los padres cumplen con su deber de instruir a los hijos.