Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo. Filipenses 2:3
La influencia de la madre sobre sus hijos
La preparación del mensaje
La salvación de un alma
La sanidad
¿Qué tal tu vida? ¿Estás preparado para encontrar a tu Rey?
Las promesas de Dios y el coronavirus